La internacionalización, al alcance de todos los negocios. Es un mundo poco conocido para empresarios y emprendedores pero es una alternativa posible y al alcance de prácticamente todos los negocios. Ha sido una vía muy importante de “supervivencia empresarial” a la que se han acogido un buen número de empresas españolas tras la crisis de 2008.
Por ello, con este artículo queremos responder a las preguntas más frecuentes que exportadores e importadores se formulan:
- Análisis interno.
- Ventajas y riesgos
- Medios de cobro
- Asesoramiento durante el proceso
- Relaciones interculturales
¿Estoy preparado para internacionalizarme?
Para determinar si una empresa está preparada para afrontar un Proceso de Internacionalización es necesaria una autoevaluación. Este diagnóstico se basa en el análisis de las capacidades que dicha empresa posee dentro de un enfoque interno y externo para afrontar una serie de circunstancias y situaciones que con seguridad se va a encontrar durante el Proceso de Internacionalización.
No es más que un informe DAFO en el que se analizan las debilidades y fortalezas de la empresa a través de un análisis interno, así como las amenazas y oportunidades mediante un análisis externo.
Debe valorarse si se tiene:
- Capacidad de adaptar el proceso productivo a picos de demanda.
- Capacidad financiera.
- Producto o servicio competitivo.
- Convicción y compromiso total por parte de la Dirección.
Fases del proceso de internacionalización
Una vez tomada la decision de abordar un proceso de internacionalización debemos empezar por marcarnos una hoja de ruta internacional adaptada a nuestras capacidades, pasaría las siguientes fases:
- Alta en el censo de exportadores y gestión del EORI (número de identificación fiscal para operar en la Unión Europea).
- Acercarse a cualquier posible evento, ponencia, taller, workshop o curso de formación relacionado con la Internacionalización.
- Informarse de los apoyos y subvenciones que otorgan determinados organismos públicos como el ICEX o las Cámaras de Comercio.
- Financiación. También es muy recomendable tantear las posibilidades de financiación a exportadores que ofrecen determinadas entidades financieras a través de los créditos ICO.
Además, antes de lanzarnos a la internacionalización de nuestro negocio, es necesario que tengamos muy claro:
- Dónde empezar a vender. Antes de lanzarse a la aventura en mercados lejanos donde los costes de envío elevan el precio de nuestro producto, conviene plantearse mercados más próximos geográficamente donde haya también menos trabas legales, aunque sin olvidar la importancia de vender en países con el mismo idioma y cierta afinidad cultural.
- Adaptación de nuestro producto o servicio a mercados internacionales: adaptación a la normativa legal, normativa técnica o a las propias exigencias del mercado objetivo
- Invertir en ferias, viajes de prospección y misiones comerciales internacionales
- Proteger mi marca en el mercado internacional.
- Buscar Consorcios sectoriales o Asociaciones de exportadores.
- Buscar socios o colaboradores en el país de destino
- Precio de venta, lo que no obliga a tener muy claro nuestros costes.
Ventajas y riesgos de la internacionalización
Son innumerables las ventajas que para una empresa supone el internacionalizarse:
- Genera una importante imagen comercial.
- Mejora notablemente su
- Es el mejor argumento de venta.
- Estabiliza las ventas y las hace menos dependientes del mercado doméstico.
La internacionalización no está exenta de ciertos riesgos, aunque bien acompañado, éstos se minimizan notablemente. Requiere tiempo y paciencia para empezar a cosechar resultados.
Los riesgos con los que se encuentra un exportador son:
1) Riesgos comerciales: si cobraré la factura.
2) Riesgos contractuales: que nos puedan cancelar un contrato habiendo generado costes.
3) Riesgos políticos: situaciones de riesgo de un país.
4) Riesgo de cambio: depreciación de una divisa.
5) Riesgo de transporte: rotura o deterioro de la mercancía durante el transporte.
6) Riesgos extraordinarios.
Medios de cobro o pago:
El medio de pago/cobro que vayamos a elegir depende de varios factores:
- Grado de confianza con el cliente.
- País de destino.
- Volumen de la mercancía.
- Necesidad real de realizar la operación.
Según el nivel de riesgo, los principales medios de pago/cobro son:
- Riesgo nulo: por anticipado o contra reembolso. No tiene riesgo, porque sino recibimos el cobro no entregamos la mercancía.
- Riesgo bajo o muy bajo: Crédito Documentario / Carta de Crédito. El exportador tiene garantizado el cobro por un banco si entrega determinada documentación en el punto de entrega acordado. El banco emisor concede un crédito al importador y garantiza el pago de la operación.
- Riesgo medio: Remesa documentaria o simple. El exportador debe enviar los documentos al importador que le permiten retirar la mercancía. El riesgo es que el importador puede retirar la mercancía y no pagar.
- Riesgo alto: Cheque personal o bancario y Órdenes de pago o transferencia: dependes de que el cliente remita el cheque o realice la transferencia.
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